Todo está explicado en este libro, recomendado por los esposos Sonia y Rafael en el curso prematrimonial na Igreja da Trindade. Desde julio (cuando Yes me lo compró en la feria del libro en São Paulo) nos mantuvo cautivados hasta ayer por la noche por las situaciones divertidas que ejemplifica. Nos ayudó a entender tantas cosas e aprender algunas estratégias que nos prometimos compartirlo con todos ustedes.
Todo comenzó hace millones de años cuando el hombre cazaba y arriesgaba su vida para llevar alimento a su mujer e hijos, enfrentando enemigos y animales salvajes. Y la mujer, por su lado, cuidaba y protegía su cría. Como resultado, sus cuerpos y cerebros se transformaron para adaptarse mejor a sus funciones biológicas.
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El
hombre desarrolló el sentido de dirección (puntería) y
orientación espacial. De ahí su facilidad en leer mapas, planear rutas y situarse. La mujer, queda totalmente perdida buscando el carro en el parqueadero del shopping. Eso explica también su atracción por ocupaciones–como pilotos, navegadores y controladores de tráfico aéreo- y pasatiempos –como golf, juegos de computador y video juegos, fútbol, ajedrez, billar y otras actividades donde haya persecución y un objetivo a ser alcanzado. Solo mirando un espacio, el hombre, puede calcular si algo cabe o no. Apenas 10% de las mujeres tienen buena orientación espacial. Debido a eso, cada vez más están siendo incluidos en mapas orientaciones y puntos de referencia. Mientras las mujeres son buenas en ver en dos dimensiones, el hombre es capaz de percibir la profundidad y girar el objeto en su mente en diferentes ángulos de forma tridimensional.
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La
mujer, como guardiana de su cría, necesitaba estar alerta e
interpretar cualquier cambio en su actitud, comportamiento y humor, que indicara dolor, hambre, enfermedad, agresividad o tristeza. Ella sabe en qué piensan, como se sienten y hasta que travesura están planeando sus hijos. Y casi siempre termina flagrando mentirosos. Lo que comúnmente se llama de “intuición femenina” o “sexto sentido”. El hombre sospecha que algo anda mal, después de lágrimas o una cachetada en la cara. La buena noticia es que, con entrenamiento, ellos pueden mejorar mucho su capacidad de leer la mente. Como consecuencia, la mujer también
escucha mejor y distingue muy bien los sonidos más agudos como el lloro de un niño a medianoche o una llave goteando. Ella consigue prestar atención a una conversación íntima y al mismo tiempo oír lo que se dice alrededor. Y hasta leer los labios. Ya los hombres tienen mejor visión que audición. Esa superioridad en la audición femenina explica porque la mayoría de las mujeres se queja del tono y volumen de la voz del hombre (ahora lo entiendo! jejeje). La mujer también es más
sensible al toque pues su piel es más fina y tiene una capa de gordura que abriga en el invierno y da mayor resistencia. Por eso que tiene más arrugas. Sin embargo, el hombre con piel más gruesa, es mucho menos resistente al dolor que la mujer, y se quejan cuando le ponen una vacuna o les da una simple gripa (no, amorcito?!). Los sentidos del
paladar y olfato son superiores que los del hombre, pues la mujer tenía que recoger y probar los frutos que iba a dar a sus hijos. Mientras los hombres perciben mejor lo salado y amargo, las mujeres distinguen lo dulce, por eso hay tantas chocolateras como mi hermana Jenny jejeje. Y es por su atracción en detectar olores, que existen en el mercado tantas cremas y perfumes irresistibles.
Todo está en nuestro cerebro!!
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El cerebro de la mujer le permite una visión periférica más amplia de por lo menos 45º de cada lado de la cabeza y arriba y abajo de la nariz, dado que ella necesitaba monitorear el ambiente alrededor de su cría para protegerlos. Por eso, las mujeres se dan cuenta cuando los hombres “devoran con los ojos” al sexo opuesto. Por otro lado, el cerebro del hombre es tipo túnel: ven claramente a lo lejos como si usara binóculos. Sin embargo, de cerca, él no es capaz de encontrar cualquier cosa en la nevera, armario o gaveta, aunque sus CDs estén siempre en orden alfabética.
En el cerebro de las niñas, el lado izquierdo se desarrolla más rápido que el de los niños. Por eso hablan mejor y más rápido, consiguen leer antes y aprenden más rápidamente un segundo idioma. Y son superiores en gramática y ortografía. En el cerebro de los niños, es el lado derecho relacionado con la percepción, la lógica y orientación espacial. Siendo superiores generalmente en matemática, montar rompecabezas y en la solución de problemas. Esa orientación de su cerebro junto con la condición social de guerrear y enseñar a que los hombres no lloran “Sea hombre”, lo impide de demostrar miedo, duda, admitir un error o disculparse. Hacerlo es señal de debilidad, fracaso e incompetencia.
"La mujer, tiene que tener cuidado de no dar al hombre la impresión que está equivocado. El hombre, por su lado, no debe llevar todo para el lado personal, y necesita entender que el objetivo de la mujer no es probar que él está equivocado, apenas ayudar al hombre que ama".
En consecuencia, la mujer valoriza más la calidad de sus relaciones, se interesa en servir y conocer gente interesante y la familia es su prioridad absoluta. El hombre, valoriza el trabajo que le proporciona prestigio, poder y bienes materiales. Por eso, "si la mujer es infeliz en su relación, no puede concentrarse en su trabajo. Si el hombre está insatisfecho en el trabajo, no puede concentrarse en la relación".
Las múltiples fibras nerviosas que conectan ambos lados del cerebro de la mujer, es lo que explica su capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo. El cerebro masculino, en cambio, es configurado para concentrarse en una actividad específica. Así que… cuando sus novios o maridos estén leyendo el periódico o viendo la TV, no les hablen… pues, la mayoría queda virtualmente sordo realizando una tarea. Igual cuando se están barbeando… necesitan de silencio sino pueden cortarse. En cambio nosotras somos super poderosas…. podemos cepillarnos los dientes caminando y hablando; manejar mientras retocamos el maquillaje, escuchamos la radio y hablamos por el altavoz del celular. Inclusive atender el teléfono mientras cocinamos.
El hecho de la mujer tener los centros de habla en ambos lados del cerebro la hace buena para conversar. Por eso la mayoría escoge actividades donde el habla es muy usada como terapias, psicología y educación. Cuando los hombres se reúnen para ver un partido de fútbol, la conversación se resume a: “me pasa la papa frita” o “alguien quiere más cerveza”. Reunión de mujeres es diferente, si están calladas es señal de problema grave. Debido a su dificultad en verbalizar, el hombre generalmente habla consigo mismo dentro de su cabeza. La mujer al verlo tan callado y quieto, piensa que está bravo o aburrido e intenta ayudar conversando con él o dándole ocupación. Pero él se pone bravo pues no puede hacer dos cosas al mismo tiempo. La mujer, al contrario, como un modo de agradar y compartir, piensa en voz alta: “Vamos a tener que recoger la ropa en la lavandería, llevar el carro al taller… ah, tu hermano llamó, dijo que quería hablar contigo”. Verbaliza, menciona todas sus tareas, piensa en las opciones, pero sin establecer prioridades.
"El hombre debe entender que cuando la mujer habla sobre un problema, ella no espera que la respuesta le traiga una solución. Y la mujer debe comprender que el silencio del hombre no quiere decir que algo esté mal, que no lo ama o que esté bravo con ella".
Cuando el hombre está necesitando pensar, él se sienta al frente del televisor como un zombi y pasa todos los canales con el control remoto sin parar o sino buscar el final de cada programa. La mujer, ve los comerciales sin problema y se concentra en una historia envolviéndose con los sentimientos y emociones de los personales (y por eso lloramos, jejeje). Es por eso que voy a comprar 2 televisores en mi casa para ver mis comedias románticas tranquilita jejeje.
En promedio, la mujer usa cerca de 20.000 palabras por día y el hombre 7.000. Cuando la mujer habla sin parar al final del día - contando con el más mínimo de detalles- solo está "gastando" las palabras que le sobraron de su límite diário... vieron?! El hombre en cambio es objetivo y va al punto sin tanto rodeo. Él percibe lo que es dicho de forma literal y al pie de la letra. Si ella dice: "Me muero si llego a una fiesta y encuentro alguien con el mismo vestido"... él vá a pensar o decir: "Tan exagerada, hay cosas peores!" jejeje... Por la misma razón, él va al shopping para comprar algo específico. Para las mujeres es una actividad lúdica: ir a caminar, ver vitrinas y probar ropa. Mujeres, cuando vayan a hacer del shopping su parque de diversiones, inviten mejor una amiga!
En la parte sexual, el hombre está siempre dispuesto para el sexo debido a su mayor nivel de testosterona. En la mujer, eso depende mucho de lo que ocurre en su vida: si perdió el empleo, no pagó el arriendo de la casa, los niños están enfermos. Mientras el hombre se siente estimulado por lo que ve -em la Playboy o cuando pasa una vieja con curvas- la mujer es por lo que oye.
En conclusión, no somos peores ni mejores -apenas diferentes. Es necesario un poco de diferencia para volver la convivencia interesante, complementando las personalidades, pero siempre conservando cada uno su individualidad y espacio. Libro 100% recomendado señoras y señores, no se van a arrepentir de comprarlo ni leerlo. Ahora entendemos mejor el mensaje del curso prematrimonial: “La celebración del matrimonio es apenas el inicio de un proceso, de una construcción que continuará día tras día. A través del tiempo, es lógico que toda pareja entra en desacuerdo sobre muchas cosas y discuta, simplemente porque las personas que se unen piensan, actúan y fueron criados de forma diferente. Es solo tomando consciencia y respetando amorosamente esas diferencias y necesidades mutuas, que la relación se hace mucho más fácil. Se aprende a ser más tolerante y a construir la felicidad conyugal.
"El objetivo del matrimonio no es escoger la mejor pareja posible en el mundo, sino construir la mejor relación posible con quien usted prometió amar para siempre. (Stephen Kanitz).
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El matrimonio es una gran institución, una de las formas más perfectas de convivencia y realización para hombres y mujeres. Él nos proporciona de la manera más completa la estabilidad emocional para formar una familia, sacarnos del individualismo y haciéndonos sumar y compartir los buenos y malos momentos.